ANÁLISIS DEL CASO: HIDROELÉCTRICO ¨EL QUIMBO¨
Si se piensa en lo que está pasando alrededor, se podrá observar de forma cada vez más clara cómo los ecosistemas se están acabando por el modo de vida de nuestra civilización. Este resultado de deterioro y de destrucción se viene dando básicamente por la extracción masiva de los recursos naturales, pues el ritmo de vida que se quiere preservar junto con los intereses económicos hacen de ésta una explotación desmesurada en cuanto a los recursos, olvidando atrás, que al hacer esto se está intensificando la contaminación y, cuyo problema es que no se están tomando medidas para la absorción de las misma, o del deterioro de las propiedades biosféricas globales que permiten la preservación de la vida y la biodiversidad, como por ejemplo la regulación del clima, la creación del suelo fértil, la regulación de los ciclos hidrológicos, etc. En la naturaleza, se observa que no existen residuos, los desechos de unos son aprovechados por otros o de alguna manera neutralizados, creando un ciclo ¨limpio¨, mientras que en la civilización los sistemas de producción actuales, basados en el despilfarro de materias primas, energía y agua, en la utilización de productos y procesos industriales tóxicos, generan y emiten masivamente residuos y sustancias químicas tóxicas que los sistemas naturales no pueden absorber o degradar, pues son ajenos a la naturaleza que por el contrario van acabando con la misma. Estos métodos de producción nos han llevado a una crisis ambiental.
Tristemente, hoy en día se habla en términos económicos, es decir, producir de forma eficaz y rápida al menor costo posible, así se constituye nuestro sistema económico donde el fin justifica los medios. Con esto se pretende explicar que sin importar el tener que pasar por encima de las personas, sacrificando su salud, su modo de vida y la supervivencia de los ecosistemas se tomarán todas las acciones necesarias con tal de conseguirlo. Todo esto ha originado un crecimiento exponencial en la producción y como consecuencia ha hecho de nosotros una cultura consumista con la obsesión de poseer hasta aquellos cuya posesión apenas se pueda imaginar, que de forma compulsiva y cada vez más acelerada destruye la naturaleza impidiendo que ésta si quiera se regenere; sin conocer cómo se obtiene las materias primas, de qué forma se fabrican nuestros bienes y a dónde van a parar los restos cuando decidimos que ya no nos son de utilidad. Además, la sobrepoblación, las exigencias del mercado y la necesidad de penetrar en ellos y de ser cada vez más rentables han generado incrementos de la productividad en las empresas dejando por fuera el tema ambiental.
Ahora bien, la industria moderna como se ha venido dando, es cierto que ha generado un desarrollo económico y social beneficioso en algunos aspectos, como también otros negativos y peligrosos si se ve desde otra perspectiva como sucede con el cambio ambiental. Por ejemplo, el aumento en la contaminación ambiental, la extinción de algunas especies de plantas y animales y la reducción de los recursos naturales son algunos de los efectos negativos causados en gran medida por las decisiones equivocadas de las personas que asumen puestos gerenciales en las empresas. ¨El uso eficiente de los recursos naturales no sólo deberá considerarse en el momento de cada decisión, sino también deberá considerarse cómo estos recursos se afectarán en un futuro para lograr un desarrollo sostenible de su uso¨.
Con lo explicado anteriormente se puede ver que la misma situación se aplica para el caso de la hidroeléctrica El Quimbo. Antes que todo, se tiene que tener una visión clara del caso y del problema que se genera. El caso nos presenta una multinacional española de nombre EMGESA generadora de energía eléctrica que invertirá 900 millones de dólares en la construcción de una hidroeléctrica con dimensiones de 55 km de longitud y 4 km de ancho máximo, ubicada en el departamento del Huila que aprovechará las aguas de los ríos Suaza y Magdalena para generar en el 2014 una aporte de 1650 Kv por hora. Ésta ocupará la zona entre las comunidades de Garzón, Gigante, El agrado y Altamira. El fin de esta hidroeléctrica es para abastecer la demanda energética del futuro y asimismo para exportarla, con el problema de que su realización requerirá del desplazamiento de 362 familias campesinas, cuyas tierras se ven afectadas y su sustento es la agricultura y la pesca. Además, el área que se va a utilizar como embalse posee ecosistemas de interés social. Así, el proyecto ha ocasionado controversias por ir en contra de los intereses de las comunidades locales que demandan la intensa degradación y eliminación progresiva de sus recursos hídricos, la disminución productiva y la alteración o pérdida de su propia supervivencia. El conflicto se vuelve tanto regional como nacional. Por una parte se ven afectados ciertas comunidades económica y socialmente de la región, pero teniendo en cuenta que se utilizan las aguas del río Magdalena que cubre una gran parte del territorio nacional y donde se requiere de la inundación de más de 8000 Hectáreas con gran biodiversidad, así, el conflicto se vuelve de carácter nacional.
En cuanto a los efectos al medio ambiente ¨el Huila es una zona rica de biodiversidad, posee la reserva natural Takihuaylla y la Tribuna que está clasificada como bosque seco tropical. El río Magdalena riega a todo el Huila consolidándose como un ambiente propicio para animales que buscan refugio y alimento, la construcción del Quimbo representa una amenaza para estos animales. La inundación de la zona implicaría la destrucción de un bosque ripario que abarca más de 8000 hectáreas de la región, el cual tiene variedad de Flora. Estos bosques son de gran importancia dado que su función es la de proteger el agua, no permitiendo su evaporación. Así, gracias a su riqueza hídrica permite la existencia de gran variedad de Flora y Fauna¨. Otro efecto ambiental por la cual el proyecto se ha visto afectado es que los campesinos acusan a la empresa de botar sedimentos al río contaminándolo, incluyendo la pólvora y dinamita que afecta la salud comunitaria y los peces, además del ruido que ahuyenta a los animales.
A pesar de que las comunidades sigan estando en contra del proyecto argumentando que la crisis económica aparecerá a causa del desplazamiento (362 familias campesinas) y el despojo de sus tierras, de igual manera con los pescadores que viven de dicha explotación y la disminución del turismo, suprimiendo alrededor de unos 25 mil empleos, la empresa ya tiene la licencia otorgada por el gobierno donde asegura que la obra es una realidad de gran desarrollo económico para abastecer la demanda eléctrica en el futuro y evitar apagones. No obstante, la empresa tiene todo un plan para el de manejo ambiental, social y físico. ¨Dentro del manejo social se propone la reubicación de 300 familias que contarán con más servicios de lo que cuentan actualmente y la generación de 3000 empleos. En el manejo ambiental se trabajará para restaurar ecosistemas, se invertirá el 1% del valor del proyecto para contrarrestar los impactos ambientales y la empresa también pretende capturar a los animales para llevarlos a lugares donde estén más seguros¨.
En síntesis, se observa que si se ubica el proyecto utilizando el método de la herramienta ecomopa de la distribución general de la hidroeléctrica se puede determinar los puntos críticos de este proyecto ya que este funcionaría como un visor de información en el que me puede arrojar todos los factores y aspectos de la zona en donde se va a realizar el embalse. Entonces, por lo dicho anteriormente ya se sabe el fin de la empresa que tiene con este proyecto y las características del mismo. Éste incluye la zona y sus dimensiones mencionadas anteriormente. Con la idea del ecompa se indican todas las ubicaciones, será en el río Magdalena cerca a otra hidroeléctrica por la cual a la gente se le hace ilógico que existen dos si hay suficiente energía; se observa que alrededor de la zona hay ciertas comunidades o municipios que se van a ver afectados y que en donde se va a hacer el embalse se va a destruir el bosque ripario del cual ya se habló junto con la desaparición de tierras fértiles y productivas para desarrollar la agricultura que generan a la región millones de pesos.
Ahora bien, ya teniendo toda esta topografía del sitio y las zonas mencionadas se pueden establecer los puntos críticos. El primero abarca toda la parte ambiental que como ya se explicó anteriormente, en resumen consiste en la destrucción del medio ambiente, del bosque ripario, de la biodiversidad de la fauna y flora y como consecuencia el efecto invernadero, y la contaminación del río por los desechos de la construcción. El segundo, abarca el aspecto tecnológico en donde toda la maquinaria para la construcción de la hidroeléctrica genera ruido que ahuyenta a los animales y contamina el aire, la dinamita y pólvora utilizada es desechada al río junto con otros sedimentos contaminándolo, y lo más importante la opción de cambiar esta fuente de energía por energías más limpias sin tanto impacto ambiental como la eólica, la solar, la de mar, entre otras. El tercer punto crítico es el económico, en donde la empresa está pensando sólo en su beneficio propio sin tener en cuenta a las comunidades, es decir, como cuando argumentan que al principio tienen todas las intenciones de ayudar para conseguir su aprobación y cuando ya resulta los dejan a su suerte, peor que como estaban cuando tenían sus bienes. El cuarto y último punto crítico sería el social, en que las comunidades son forzosamente desplazadas y despojadas de sus tierras que a su vez son su sustento de vida como la agricultura y la pesca ya que como al final es un asunto nacional y el gobierno otorgó una licencia de construcción, tarde o temprano tendrán que resignarse. Actualmente, siguen en el pleito pero como las comunidades tienen las de perder están elaborando tutelas y acciones populares para no salir tan desfavorecidas.
Para finalizar, este caso se relaciona con producción más limpia ya que la hidroeléctrica El Quimbo es un proyecto que atenta contra la fauna y flora, contamina y afecta la salud humana y ambiental. Inclusive, donde uno de los objetivos de la PML es minimizar emisiones tóxicas y de residuos, reducir al mínimo el impacto ambiental para incentivar un desarrollo sostenible, lo cual para este caso se aplica todo lo contrario. Es preferible cambiar el tipo de sistema en función a la generación de energía. Cabe resaltar, que el fin de la empresa en cuanto a producir energía para abastecer las demandas futuras y evitar apagones es muy importante, pero en vez de hacer estas grandes inversiones que destruyan el medio ambiente es preferible que se invierta en energías alternativas como la eólicas, solares, de mar, etc.
BIBLIOGRAFÍA
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